Todo el mundo tiene clara la importancia que tiene la familia en nuestro bienestar emocional. Son, junto con las amistades, uno de los grandes apoyos psicológicos con los que contamos las personas.
Esta importancia es todavía mayor en los momentos en los que la salud se resiente, y muy concretamente para los pacientes que necesitan Cuidados Paliativos y para quienes se encuentran con enfermedades crónicas, muy avanzadas, así como para los pacientes que se encuentran en la última fase de la vida.
En muchas ocasiones, recae en la familia, además del apoyo emocional, también otros cuidados que los pacientes pueden necesitar, como ayuda con los tratamientos médicos o las terapias prescritas por los médicos. Desde el punto de vista del trabajo en Cuidados Paliativos, por este motivo, se considera al paciente y a la familia como una unidad, y su abordaje para el bienestar psicológico del paciente se realiza de manera conjunta.
Cuando los profesionales nos acercamos a pacientes que se encuentran en el último ciclo de vida, el dolor suele ser una de las preocupaciones principales que presentan. Pero no hablamos solo del dolor en un sentido físico, sino también psicológico. Este dolor puede estar causado, además de por la situación actual de la persona, por otros factores. Podemos hablar, de hecho, de cuatro realidades: el aspecto médico, el psicológico, el espiritual y el social. Es en este último donde situamos a la familia. Todos estos factores pueden influir en el dolor del paciente y en la persistencia de este síntoma.
En el aspecto social, los equipos de paliativos trabajamos con los miedos, inseguridades y preocupaciones. Cuando se relacionan con la familia suelen estar relacionados con la situación en la que se encuentra el paciente, la incertidumbre que se crea en los familiares, los temores que son naturales en estas situaciones o incluso conflictos o aspectos por resolver en la relación entre las personas y que pueden tener mucha importancia.
Para prevenir y ayudar en la resolución de estos problemas, los equipos de paliativos crean un plan de actuación que tiene en cuenta a toda la familia, ya que el paciente no es una unidad aislada, sino que forma parte de ese grupo social. De este modo se pueden evitar muchos de estos sufrimientos o trabajar de manera unida para resolver las dificultades.
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